Las infecciones vaginales representan una entidad frecuente en la mujer. Además de presentar síntomas molestos, pueden asociarse con complicaciones de diferente grado de severidad.
Se las clasifican en endógenas y exógenas. En estas líneas intentaremos desarrollar las primeras.
Infecciones endógenas:
Para poder entender esta entidad debemos tener en cuenta a la microbiota vaginal (flora autóctona). Cuando hacemos referencia a la microbiota hablamos de un grupo de microoorganimos (bacterias, hongos) que en número y lugar indicado generan un micro ambiente que cumple funciones esenciales en diferentes sitios del cuerpo humano. Podemos definirlo como una relación simbiótica entre los microorganismos de la microbiota y el huésped.
En el caso de la vagina genera un micro ambiente que evita la colonización de microorganismo potencialmente patógenos.
¿Cómo se establece y se mantiene la microbiota vaginal?
La colonización de los diferentes tejidos comienza cuando el recién nacido se expone a los microorganismos del medio ambiente y el tracto genital materno. En el caso de la microbiota vaginal, su composición se va modificando a los largo del crecimiento, principalmente por el estimulo hormonal generado por el estrógeno. El estrógeno estimula la región vaginal para la producción de glucógeno, una de las bacterias más numerosas de la microbiota, el lactobacilus, la trasforma en glucosa a partir del cual se genera acido láctico. Este ultimo compuesto genera un pH bajo en la región vaginal impidiendo la colonización de microorganismo potencialmente patógenos.
Junto al lactobacilus hay numerosas bacterias y hongos que conforman a la microbiota vaginal.
Diferentes situaciones como el embarazo, algunas practicas sexuales, cambios hormonales, higiene genital extrema, etc. alteran la composición de la microbiota.
Detallamos situaciones externas que modifican la microbiota vaginal:
.duchas vaginales excesivas:
¨barren¨ con los microorganismos normales de la región, dejando el terreno para que crezcan patogenos.
.toallas higiénicas y protectores se uso diario: predisponen al desarrollo de bacterias patógenas. Alteran el micro ambiente con los perfumes.
.jaleas espermicidas: matan a las bacterias de la microbiota.
.pesarios: favorece el pasaje de microorganismos de la región urinaria a la vagina.
.DIU: produce cambio inflamatorios que altera el micro ambiente vaginal.
Como vemos todas estas situaciones afectan a la microbiota vaginal lo que se ve reflejado en la modificación del pH vaginal. Por eso la medición del mismo a través de tiras reactivas forman parte del diagnóstico.
¿Cual es la consecuencia de modificar el pH vaginal?
Aumenta el numero de algunos de los integrantes de la microbiota. De esta manera se rompe el equilibrio mencionado al comienzo. Estas bacterias en numero mayor pasan a comportarse como patógenos. Se desarrollan así dos cuadros clínicos:
-vaginosis bacteriana: aumento de ciertas bacterias.
-candidiasis vuelvo vaginal: en este caso el aumento es el de un hongo.
Vaginosis bacteriana:
Lo más frecuente es que la paciente consulte por flujo genital con mal olor (olor a pescado). Puede asociarse a picazón, ardor al orinar, enrojecimiento y ardor vulvar. Puede presentar molestias o sangrado durante las relaciones sexuales, menstruaciones fétidas o dolor poscoital. Es importante destacar que un porcentaje alto (35%-50%) es asintomática, por lo que se realiza la pesquisa obstétrica para evitar consecuencias.
La clínica que detallamos sumado a la medición del pH forman parte de los pilares diagnósticos.
Candidiasis vulvovaginal:
En este caso un hongo, Cándida, que forma parte en numero bajo de la microbiota, ante situaciones especiales aumenta su número y desarrolla este cuadro muy frecuente en la mujer.
La presentación es muy variada desde casos asintomáticos (20%), formas clínicas leves, casos agudos y severos, esporádicos o episodios recurrentes.
– Síntomas vulvares: picazón (más frecuente premenstrual), ardor, molestias durante el acto sexual. Flujo genital (blanco grumoso)
– Síntomas urinarios: ardor, necesidad de orinar muchas veces. Aveces confunden con infecciones urinarias.
En cuanto al diagnostico, al igual que en la vaginosis, la clínica y la medición del pH forman parte fundamental de mismo.